jueves, 26 de mayo de 2011

En un parque frondoso... A través de los pinos, esos árboles que entorpecen la vista y te hacen sentir pequeño...
Ahí se encuentra ese edificio que a primera vista no dan ganas ni de entrar...
Pero las apariencias engañan... Porque dentro de ese lugar, en una segunda planta... Tras subir unas cuantas escaleras, de dos en dos, por no coger ese viejo ascensor...
Consigues encontrar un pequeño lugar donde te sientes seguro... Donde tus problemas son algo comunes entre la gente...
Y sobre todo, donde hay gente que te espera a ti, únicamente para ayudarte, para escucharte y aconsejarte...
Sin reproches, sin gestos que demuestren su desacuerdo, sino que con paciencia y esperanza de que algún día lo que están haciendo dé frutos y tu puedas salir de allí, por decirlo de alguna manera, "arreglado".

S.

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